A lo largo de este mes de octubre, y dentro del programa turístico ‘Guadalajara Abierta’, las personas que visiten Guadalajara podrán conocer en profundidad las influencias de una de las dependencias más sorprendentes del Palacio de la Cotilla, el Salón Chino.
La organización social y jerárquica de la milenaria cultura china ha sido elegida este mes como detalle monumental, algunos de cuyos aspectos se muestran en el papel de arroz pintado que decora este espacio tan singular de la ciudad: ejemplos de la vida cotidiana, usos y costumbres de esta civilización, así como su técnica decorativa.
A finales del siglo XIX, los marqueses de Villamejor, Ana de Torres e Ignacio de Figueroa, padres del conde de Romanones, dieron a su palacio un toque oriental siguiendo las modas decorativas que imperaban entonces en Europa. Con el paso del tiempo, esta decoración mural se mantiene impecable, una rareza en España que le otorga un valor excepcional.
En definitiva, el Palacio de La Cotilla y su magnífico Salón Chino constituyen este mes el principal argumento de las visitas turísticas a Guadalajara.