Hace ya más de un mes que nuestra vida cambió radicalmente con la llegada del confinamiento debido a la irrupción de la COVID-19 en nuestro país. Es una situación complicada esta que estamos atravesando en todo el mundo, y lo primero que quería hacer es dar el pésame a todas aquellas personas que han perdido a un familiar porque detrás de cada número de las más de dieciocho mil personas que han fallecido, hay una familia, hay una tragedia, hay personas que han fallecido solas y hay personas que no se han podido despedir de sus seres queridos como hubieran querido.

Tal vez el principal obstáculo que nos impide comprender la muerte es que somos incapaces de aceptar que nuestra existencia también terminará. El mundo no se para por nuestro dolor, pierdes lo que más quieres, pero todo sigue y nosotros también tenemos que hacerlo. Porque de esta crisis hay personas que saldrán sin algún familiar, sin algún hermano, sin padres incluso sin algún hijo, pero salir, saldremos y será en ese momento cuando nuestra actitud ante la vida es importante, una actitud positiva, de esperanza, de ilusión, de alegría, de ánimo, de optimismo y también de recuerdo, de recuerdo de todos aquellos que se han ido sin que nos hayamos podido despedir de ellos y por eso hemos propuesto hacer un acto de reconocimiento a todos ellos y a todos sus familiares.

Son momentos en los que no controlamos las circunstancias, pero sí controlamos nuestra actitud, y la clave está en cómo reaccionamos y asumimos todo este escenario de tanto dolor y desorientación. Ante una situación así podemos afrontarlo de diversas maneras, encerrarnos en la pena y amargarnos por la pérdida sufrida, centrándonos en todo aquello que no podemos o hemos podido hacer o, por otro lado, aceptar lo que nos sucede, lo bueno y lo no tan bueno, seguir viviendo y disfrutando de lo maravillosa que es la vida y exprimir todas aquellas acciones que antes nos parecían triviales como dar un paseo, ver jugar a los niños en el parque o incluso ir a trabajar cuando podamos hacerlo.

Estamos demostrando que somos una ciudad extraordinaria, llena de gente extraordinaria. Una ciudad que sabe tener un detalle para cada persona, felicitar el cumpleaños a los más pequeños, ayudar a los más mayores a hacer la compra o incluso a tirar la basura. En esta crisis estamos recuperando cosas que parecían olvidadas, a ser más sensibles con el sufrimiento ajeno, a tener referentes que valgan la pena de verdad, como el personal sanitario, las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, el personal de los supermercados, el personal de las contratas municipales, todas aquellas personas que están haciendo algo por los demás en una situación muy difícil, porque el éxito de nuestra vida está en hacer algo por los demás y todas estas personas lo están haciendo, en muchos casos incluso están poniendo en riesgo su vida por todos nosotros.

Santa Teresa de Calcuta tiene una frase extraordinaria “que nadie se acerque jamás a ti sin que al marcharse se sienta un poco mejor y más feliz” y si lográsemos cumplir este objetivo nuestra vida habría cumplido un gran propósito.

Debemos recordar y demostrar que somos una ciudad, y una ciudad son las personas que la habitan, que se preocupa por los demás, que estamos aquí para ayudarnos unos a otros, porque eso es lo que hacen las buenas personas, viven para los demás. Seamos un ejemplo de altruismo, de optimismo, de empatía, de bondad y de amor, que no olvidemos que ayudar a los demás nos hace sentir bien, ayudar a los demás significa hacer la vida más agradable a los que nos rodean. Cuando trabajas por los demás, te sientes bien, a veces agotado y cansado, pero orgulloso y con la sensación de haber hecho algo grande, de haber dado la mejor versión de ti mismo porque esa es nuestra esencia, eso es tener una vida plena.

De esta crisis saldremos recordando que la vida es frágil y fugaz, y, por tanto, siendo más humanos, más sensibles al sufrimiento de nuestros vecinos, más compasivos, más conscientes de lo que realmente es importante en la vida. Por eso, cuando todo esto acabe es importante que reconozcamos a todos los colectivos que han trabajado por los demás (personal sanitario, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, personal de limpieza, etc.) y desde nuestro grupo Cs así lo hemos planteado, pidiendo un espacio público dedicado al reconocimiento de todos los colectivos que han trabajado por los demás. Pero este reconocimiento no será completo si no viene acompañado de que se les doten de los medios y recursos necesarios para atender correctamente las necesidades de nuestra sociedad.

Para terminar, me gustaría hacerlo con una cita de Elisabeth Kübler-Ross, en la que nos recuerda la esencia de nuestra existencia:

“Vive de tal forma que al mirar atrás no lamentes haber desperdiciado la existencia. Vive de tal forma que no lamentes las cosas que has dicho ni desees haber actuado de otra manera. Vive con sinceridad y plenamente. ¡Vive!”

 

Rafael Pérez Borda

Grupo Municipal de Cs Guadalajara